Abstract
Una interacción entre un nutriente y medicamento (IAM) puede definirse como una modificación de los efectos de un nutriente por la administración previa/simultanea de un medicamento, y viceversa. La proporción de reacciones adversas debidas a IAM no se conoce exactamente. Y esto se debe a que no se detectan con tanta facilidad como las interacciones entre medicamentos. La relevancia de estas interacciones radica en que pueden desencadenar infradosificaciones, un incremento en el riesgo de presentar reacciones adversas o intoxicaciones; por lo que son consideradas de gran importancia clínica. Los medicamentos con mayor riesgo de presentar estas interacciones son aquellos de margen terapéutico estrecho, y aquellos que deben mantener una concentración plasmática sostenida. Se debe sospechar de estas interacciones en cualquier paciente, no obstante, debemos de tener mayor sospecha en algunos escenarios particulares como pacientes con nutrición enteral, población geriátrica, usuarios crónicos de medicamentos o aquellos que consuman plantas medicinales o suplementos alimenticios. Dadas los obstáculos que pueden presentarse para establecer el riesgo real de desarrollar una IAM, es necesario identificar, aquellas situaciones en las que este riesgo es mayor. Finalmente, como nutriólogos, y profesionales de la salud, debemos informar a los pacientes sobre la conveniencia de no tomar determinados medicamentos junto algunos alimentos para evitar/disminuir el riesgo de las interacciones. Las interacciones fármaco-nutriente son un riesgo latente en nuestros pacientes y pueden prevenirse, pero para ello es necesario un ejercicio de responsabilidad conjunta por el equipo de salud, en donde el objetivo final sea salvaguardar la salud de nuestros pacientes.