Abstract
La investigación tiene un papel central dentro del crecimiento de las naciones y está implícita para el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del 2030, propuestos por la Organización de las Naciones Unidas. Es a través de la investigación como se puede llegar a la resolución de problemas de diferente índole que afectan a la humanidad. En lo referente a la salud, los conocimientos derivados de la inves>gación son clave para el bienestar de la población porque ayudan al proceso de toma de decisiones tanto a nivel preven>vo como en la atención de las enfermedades. Para los nutriólogos, la investigación es un campo profesional transversal complementario y de soporte en el desempeño profesional, que enriquece los campos básicos propios de la disciplina y amplía las oportunidades en el mercado laboral; se caracteriza por el manejo de elementos teórico-metodológicos en las áreas de investigación a través del método cientifico y de la generación y aplicación de conocimientos. En la actualidad no se cuenta con información sobre la participación de los nutriólogos en la investigación; según Ojeda-Granados y cols. (2013) en México, solo el 0.74% de los investigadores miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) realiza investigación en nutrición sin precisar la proporción de nutriólogos de ese dato (1).