Abstract
Comer es una actividad natural, saludable y placentera para satisfacer nuestras necesidades energéticas y nutricionales. Sin embargo, en nuestra cultura de obsesión por la dieta y la abundancia de alimentos se induce a la culpa por comer, particularmente en pacientes que viven con diabetes. Por otro lado, el estrés y las prisas provocan comer de forma rápida e inconsciente, con el piloto automático puesto, disfrutando menos de la comida, pero a la vez comiendo más. Muchas personas que luchan con la comida reaccionan sin pensar en sus desencadenantes, pensamientos y sentimientos no reconocidos o no examinados. En otras palabras, reaccionan repitiendo sus acciones pasadas una y otra vez, sintiéndose cada vez más desanimados y "sin fuerza de voluntad" para cambiar. En este contexto, mindfulness y mindful eating han demostrado ser de gran ayuda para favorecer hábitos alimentarios saludables sostenibles en el tiempo, ya que disminuye la ingesta compulsiva, el comer de forma emocional y mejora la autorregulación emocional. Su práctica permite desarrollar recursos internos de autoobservación y autorregulación, que brinda la posibilidad de desactivar la reacción automática al comer, a través de observar claramente las reacciones corporales y emocionales que surgen cuando nos alimentamos. Además, se ha descubierto que los enfoques basados en mindfulness son particularmente efectivos para apoyar el autocuidado y la autogestión de la DM2. También la evidencia reciente ha mostrado que además de ayudar al bienestar psicológico del paciente con DM2 tiene se obtiene un efecto clínico mejorando su control glucémico, su perfil de lípidos y la presión arterial.